Sao Paulo…La cara sucia del Mundial de las preocupaciones

1 Jun

 

Sao Paulo…La cara sucia del Mundial de las preocupaciones
 
En las calles de la ciudad más grande y poblada de Brasil, el Mundial brilla por su ausencia, tal vez el contraste de la insultante opulencia y la pobreza extrema de la tercera parte de su población, insulta tanto a los brasileños que se les ha olvidado celebrar, como estábamos acostumbrados a verlos.
 
 
 
EDGAR VALERO BERROSPE EN SAO PAULO
 
 
Después de haber cubierto otras cuatro Copas del Mundo, pensé que la llegada a Sao Paulo, y al Mundial de Brasil, tendría que ser, por necesidad, al menos tan festiva como era la llegada a Johannesburgo hace cuatro años, cuando las paredes del aeropuerto internacional de Tambo eran la primera señal de que “teníamos un Mundial a la vista”. 
 
Cuando hablamos de Brasil, casi siempre lo hacemos en tono festivo, casi siempre hablamos de la fiesta y de la samba, de los colores y de la música. Aunque en los últimos años, hemos tenido que aprender que una de las farsas mejor montadas jamas, fue justamente la de la Brasil y la potencia económica más poderosa del Cono Sur.
 
Y no es que me haya golpeado el frío invernal, que aun que mediano, es eso, frío, y convierte las tardes en grises en vez de soleadas y ayuda a que sea el complemento perfecto de un Mundial que deseo fervientemente me cambie el estado de ánimo, pero el primer contacto en mi regreso a Brasil luego de siete años, no ha sido muy halagüeño. 
 
En el transitado y gigantesco aeropuerto de Guarulhos, no hay señales de que aquí, dentro de 10 días, se va a inaugurar la Copa del Mundo, no hay un letrero, un cartel, señas escasas de que se vivirá el evento deportivo más importante del mundo. He volteado una y otra vez a los lados, y lo único que encontré, fue un pequeño cartelón de unos 40 por 30 centímetros, que señala un carril preferente para pasar migración, con el logo de la FIFA y en chillante color amarillo.
 
Pero no había nadie formado, y los oficiales de migración, dos, se miraban entre ellos con desesperación hasta que por gracia del cielo del frente de la fila de los turistas, les envían a algunas de las personas que formamos una larga fila de unas 200 personas. Cuando me llegó el turno y le explique a la agente, mujer, que venía al Mundial, hizo mutis, le llamó más atención que algunas hojas de mi pasaporte estuvieran engrapadas para guardar espacio para las visas, de esos exigentes países que te piden una hoja completa para sus trámites. Quite las grapas, y puso cuidadosamente el sello. Le pregunté si estaban emocionados, y con una sonrisa más que nada de compromiso amable me preguntó, “De que?”… -Del Mundial, respondí… -“Ah, eso, mmmhh, si, si estamos emocionados…” No tuve que imaginarme que no era cierto.
 
Luego la imponente megalopolis, la ciudad más grande y poblada de Brasil, de enormes contrastes, a sólo unas calles de la zona de Brooklin Novo (aquí tienensu Brooklin) donde me hospedo, muy cerca del legendario Estadio de Morumbi, hay una enorme cantidad de edificios abandonados a su suerte, no es que estén vacios, pero pareciera que sí, grisáceamente olvidados lo único que les da vida son los grafitis, algunos hechos con una temeraria tenacidad, pues quienes los “ilustraron”, lo han hecho descolgandose desde las azoteas para que su legado penda de la parte más alta de las construcciones y no abajo, como estamos acostumbrados.
 
Muy modernos circulan sus propios “Metrobuses”, que no contaminan y hacen el espantoso ruido que tienen los del DF, y una amplia via Ayrton Senna Da Silva que nos trae sin trafico por ser domingo a esta ciudad, que, azotada por las huelgas, esta semana nos toca la del Metro, lapidada por las manifestaciones que su justicia implícita tendrán como razón de ser, y el enojo popular por el destino “absurdo” que se le dio a esos 15 mil millones de dólares, para tener una Copa del Mundo, que más que emocionar a los brasileños del pueblo, los insulta, los humilla… Debe de ser como ese contraste que trato de describir entre los modernos edificios de la zona financiera de Brooklin, y los edificios a medio abandonar de los alrededores, insulta la opulencia a un país que tiene a la tercera parte de su población en pobreza extrema.
 
Que ya llegó Blatter a Brasil? Y eso a quien le importa, tal vez a los Fifos, tal vez a los que venimos curiosos a re descubrir  Brasil luego de algunos años de haberlo visitado. Y claro, a la gente del fútbol, pero quiero creer, me esforzaré en darme cuenta, si de verdad mis impresiones primarias son equivocadas, si de verdad a este Brasil del Siglo XXI le importa el fútbol, o si de verdad, esas megamarchas que hemos visto, esos escandaloso choques de policías contra ciudadanos, no son la realidad de Brasil, sino meros accidentes causados por el rencor social acumulado de algunas facciones. 
 
Pero de que en las calles de Sao Paulo el Mundial no pasa, de eso no tengo ninguna duda, ya lo constaté, la viví y analicé mientras me comía una hamburguesa del McDonald`s con mi compañero y amigo Aldo Fernández que me acompaña a una más de no se cuantas aventuras deportivas en cualquier parte del mundo, en el mayor centro comercial de Sao Paulo, tampoco hay Mundial, mañana, prometo averiguar, en donde está….

Una respuesta to “Sao Paulo…La cara sucia del Mundial de las preocupaciones”

  1. JOSE ROBERTO junio 2, 2014 a 07:56 #

    Estimado Edgar,me salgo de contexto con este comentario, pero mientras herrera no defina una alineación titular los jugadores van a continuar matándose en los entrenamientos y en los partidos previos arriesgando de mas,no es posible que diga que aun no define el portero titular.

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